¿Qué es el síndrome del impostor? ¿Cuáles son sus indicios? y ¿Cómo afrontarlo?
El síndrome del impostor describe a personas de alto rendimiento que, a pesar de sus éxitos, no internalizan sus logros y tienen dudas persistentes de sí mismos y miedo a ser expuestos como un fraude o impostor (Kolligia y Sternber, 1991).
Los síntomas son:
- Creencia de no merecer los propios logros, creen que son conseguidos a través de la suerte o mal juicio de un superior.
- Falta de confianza en las propias habilidades o competencias.
- Expectativa de fracaso ante situaciones similares que ya han sido exitosas.
- Constante miedo a ser descubierto como un fraude o impostor.
- Desmotivación asociada a falta de confianza personal
- Sentimientos de ansiedad, desesperanza o depresión.
- Sensación de insatisfacción permanente.
- Procrastinar, ser demasiado perfeccionista o sobre-prepararse debido a la falta de confianza personal; estas son usadas como un mecanismo de defensa para lidiar con el síndrome.
- Constante comparación con personas más o menos exitosas.
Según Sakulku & Alexander (2011), un estimado del 70% de la población sufrirá de este síndrome al menos una vez en la vida; aunque este estudio se refiere a la población en general, los artistas no son ajenos a padecerlo.
Para Clance (1985), el «ciclo del síndrome del impostor» es el siguiente:
¿Cómo podemos afrontar el síndrome del impostor?
- Trabajar sobre la aceptación de los propios límites, capacidades y recursos reales.
- Establecer parámetros claros de cumplimiento de tareas.
- Desarrollar tolerancia y aceptación a los elogios.
- Trabajar en disminuir la necesidad de perfeccionismo o sobre-preparación y así disminuir la ansiedad derivada.
- Evitar las comparaciones con otro «ideal», es decir, con otro «imaginado perfecto».
- Reconocer situaciones anteriores similares que han resultado exitosas y darles el valor interno del logro (en vez de pensar que se solucionaron por suerte).
Esto es algo que lleva tiempo, es importante que puedas reconocer estos síntomas en el momento y poner en marcha alguna de las recomendaciones anteriores, y si lo consideras necesario, consultar con un profesional que te pueda acompañar en este proceso.
¿Te has identificado con alguno de estos síntomas?
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